sábado, 14 de noviembre de 2009

29 de marzo

Me dejo caer entre tus manos grandes y ásperas que parecen sujetarme dentro del pozo que visitamos juntos y del que tú probablemente no eres consciente porque lo has transformado en tu hogar.
Tus besos, tu espalda, tus silencios de mirada perdida, los fragmentos de pasado que me cuentas, los secretos que te guardas, parecen parte de mi vida ya y a veces me da miedo. Me da tanto miedo caerme de entre tus brazos que casi prefiero vivir contigo en el pozo.
Enamorarse es tan doloroso como placentero, sobre todo al principio, es como apostar toda tu fortuna a un número y cada día que pasa hacer la misma apuesta...
Me tiemblan los recuerdos en el estómago, e imagino tus manos en mi espalda como un escudo y un latigazo de esperanza me recorre el cuerpo y quiero que tus manos se queden ahí para siempre...y te lo digo, y a veces dudo de si debería o no decirte tantas veces cómo me siento...y entonces entras por la puerta y descubro que no hay nada que ya pueda hacer para evitar quererte...que no hay nada de ti que no quiera descubrir y que no sé cuánto durará...pero me encanta

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